CONTROL DE TERMITAS CON REGULADORES DE CRECIMIENTO


En la década de los años 90, comenzó en España el empleo de reguladores de la síntesis de quitina como materias activas en el control de termitas.
A partir de esa fecha, se han comercializado otras dos sustancias más para esta aplicación. Y además hay constancia de la aparición de nuevas moléculas empleadas en otros países.
Es evidente que con todas ellas se han realizado estudios de eficacia en laboratorio que garantizan su empleo en los tratamientos anti termes. Pero sin embargo, los resultados en la práctica distan de los que predicen los datos de laboratorio en cuanto a tiempo necesario para el control, posibles reinfectaciones, consumo de cebos, etc. Los ensayos realizados in Vitro con colonias procedentes de capturas en campo, pueden no ser representativos de la forma de actuar de los termes en su hábitat natural. Constituyen un método rápido y muy orientativo, pero que sin embargo, debe de ser tenido en cuenta con precaución y corroborado con otros ensayos de campo.
En el momento de acometer una intervención de control de un problema de termitas, es evidente que hay un número de factores que influyen de manera importante para conseguir el éxito buscado. Esta incidencia es independiente de la materia activa IGR empleada en el tratamiento.
Los factores climáticos son muy importantes para determinar los ciclos de actividad de estos insectos. En función de ellos, los tratamientos pueden alargarse o acortarse en el tiempo. También  hay que tenerlos presente a la hora de certificar la finalización de los mismos.
A continuación la instalación de las estaciones es también fundamental. Hemos visto a los termes alimentarse de sustratos inimaginables. Son capaces de destruir libros con tintas, atravesar líneas de cola, plásticos. Incluso en ocasiones, los propios envoltorios de plástico los hemos utilizado como estaciones de control, en lugares donde la caja convencional no se puede colocar por falta de espacio. Sin embargo, como se desprende de los ensayos, la presencia del material plástico,  incluso de tintas,  y en presencia de alimento alternativo, puede provocar que los insectos no colonicen o abandonen el cebo.
La celulosa en forma de polvo es el sustrato con mayor apetencia para utilizar en la formulación de cebos impregnados en reguladores de síntesis de la quitina. 
En cuanto a las especies de madera, el chopo resulta la más apetecible para los insectos.
Resulta de vital importancia por lo tanto un diagnóstico previo correcto y lo más amplio posible en cuanto a contenido y puntos de vista (constructivo, medio ambiental, biológico de la plaga, químico, etc.) a tener en cuenta.
Finalmente, considerando todo lo expuesto, es necesario, adoptar un protocolo de actuación  que garantice la calidad y la profesionalidad del especialista en el control de termitas.