En función de la especie de madera y la ubicación o exposición que va a presentar el material durante su vida útil, se determina el comportamiento que frente a organismos agresores van a presentar los distintos elementos de madera.

 

En no pocas ocasiones, debido a la elección de especies de madera comerciales, cuyo origen principal son las latitudes templadas – boreales, la durabilidad natural de la madera no es suficiente para garantizar su persistencia en condiciones óptimas durante su puesta en servicio. Debe ser, en estos casos, cuando se decida realizar un tratamiento protector para incrementar la durabilidad en función de la impregnabilidad.

 

En la elección del tratamiento protector a aplicar a la madera debe considerarse, como información de entrada, los potenciales daños que pueden afectarla en servicio. Como este aspecto es consecuencia directa de la ubicación y esta, a su vez, condiciona el contenido en humedad de la madera, siendo este parámetro uno de los que más influencia presenta en el ataque de ciertos insectos y hongos xilófagos, será este uno de las variables que con más atención y cautela deba ser determinada y considerada.

 

El diseño del tratamiento debe, a su vez, considerar las siguientes variables, que determinan la naturaleza y calidad de la protección extra aportada a la madera, con la cual se consigue incrementar la durabilidad por encima del valor que natural e intrínsecamente presenta el material:

 

  • La especie debe ser impregnable. Si esta condición no se da, el resto del proceso carece de importancia, pues no lograremos introducir la solución protectora a la profundidad requerida.

 

  • Eficacia del protector frente a la amenaza biológica. El producto elegido debe garantizar la protección frente al riesgo biológico que se presenta en la obra.

 

  • Penetración. La profundidad alcanzada por el protector en el interior de la madera, medida en milímetros, debe ser suficiente, en función de la exposición, para garantizar la resistencia frente al ataque de ciertos xilófagos. Este parámetro está muy relacionado con la impregnabilidad.

 

  • Retención. La cantidad de solución protectora que queda impregnada en el interior del volumen de madera, medida en kg/m3, debe ser, al menos, la recomendada por el fabricante, pues así se garantiza la eficacia del tratamiento durante la vida útil de la madera, frente a los agentes biológicos de los que se protege la madera.